Te llamas Ernesto Corona
Te llamas Ernesto Corona, y aunque no lo sabes, estás muerto.
Existen algunos detalles significativos.
Ninguna pelota de goma te golpea cuando estás en un parque con niños.
Ningún nombre de hombre o mujer se te viene a la cabeza al despertarte.
No te conmueve el olor a pan recién hecho.
Has olvidado la tabla del 8.
No recuerdas el nombre de uno de los mosqueteros.
No tarareas la música de ningún bolero.
No saltas las rayas blancas en los pasos de cebra.
No respetas la fragilidad de un camino de hormigas.
El tacto de la duna de playa te resulta algo antipático.
No sonríes, si no hay motivo.
No tienes memoria de la última vez que te sorprendió un color del atardecer.
Nunca te descubres viendo dibujos animados.
No anhelas saltar en los charcos.
No gustas de pasear descalzo por la hierba mojada.
No hay aroma que te despierte la memoria.
Hace tiempo que no sientes frío.
Opinas que el barro mancha.
No lloras.
Tus calcetines, siempre del mismo par.
Crees que la lluvia sólo moja.
No sabes la fecha exacta de tu primer beso.
No miras al cielo por las noches.
No tienes bar de la esquina.
Organizas los viajes.
Te molesta el viento.
Las tormentas no te excitan.
Cierras los ojos sólo cuando vas a dormir.
Pelas las naranjas con cuchillo.
Bajas las escaleras de una en una.
No te ilusiona tener cartas en el buzón.
No te acuestas sobre la cama si está deshecha.
No recuerdas si eras bueno a las canicas.
Olvidaste montar en bici…
Sonríes.
Tienes motivos.
Sé lo que estás pensando.
No existe tanta diferencia entre tú, un muerto, y ellos, los vivos.
En eso consiste el trato.
Esa es la ceremonia.
Ahora te vas a acercar a esa chica que conoces de la oficina.
Y le vas a decir:
“Te llamas Julia Codina, y aunque no lo sabes, estás muerta.”
Comentarios
Conocí un Ernesto Corona, no era tan otro. En realidad.
Besos,
B.
¡Qué suerte no estar muertos! Aunque a veces veamos muertos, aunque a veces estemos casi muertos.
Saludos y besos desde el NO ;-)